Una cesión de derechos de crédito hipotecario es un acuerdo legal donde un acreedor inicial (cedente) transfiere a un nuevo acreedor (cesionario) los derechos de cobro de la deuda hipotecaria, que incluye el derecho de crédito y la hipoteca como garantía. El deudor (cedido) debe ser notificado de esta transferencia, aunque su consentimiento no siempre es necesario, y su situación no se ve alterada más allá de a quién debe pagar.
Elementos clave
- Cedente: El acreedor original que transfiere los derechos (por ejemplo, un banco).
- Cesionario: El nuevo acreedor que adquiere los derechos y las obligaciones del crédito.
- Cedido: El deudor hipotecario, que sigue siendo responsable del pago de la deuda al nuevo acreedor.
¿Cómo funciona?
Transferencia del crédito: El cedente transfiere la titularidad del crédito hipotecario al cesionario. Esto incluye el derecho de cobrar la deuda y la hipoteca que la garantiza.
Notificación al deudor: El deudor debe ser informado de que el crédito ha sido cedido, para que sepa a quién debe realizar los pagos a partir de ese momento.
Sin alteración de la deuda: La cesión no cambia el monto de la deuda, los términos del préstamo (salvo que sea una subrogación hipotecaria para refinanciar) ni la situación del deudor, más allá de la persona a quien debe pagar.
Tipos de cesión
Con recurso: El cedente conserva una responsabilidad solidaria. Si el deudor no paga, el cesionario puede reclamarle al cedente original.
Sin recurso: El cedente queda liberado de toda responsabilidad. Si el deudor no paga, el cesionario no puede reclamarle nada al cedente original.
Ejemplos de cuándo ocurre
Venta de cartera hipotecaria: Un banco vende lotes de créditos hipotecarios a otra entidad, como un fondo de inversión.
Subrogación hipotecaria: El deudor cambia de entidad financiera para obtener mejores condiciones, transfiriendo la deuda a la nueva institución.
Dación en pago: En caso de impago, el deudor puede entregar el inmueble a cambio de la deuda, cediendo el crédito a la entidad financiera.